Compasión

by Miguel Arias
  

La mejor lección que he tenido en torno a la compasión me la dio mi mamá cuando tenía aproximadamente diez años de edad. La tienda de abarrotes que era de mis padres se cerraba a las 10:00 p.m. Ahí, frente a la tienda, habíamos tenido una persona por algunas semanas que, abatida por el alcohol, llegaba a durar hasta dos meses sobre la acera de la calle. Me molestaba su presencia, su adicción al alcohol y sus olores. Una noche de verano, vimos claramente que una fuerte tormenta arreciaba sobre el pueblo, el viento era frío y el aire era cada vez más intenso. Me alegró enormemente esta posible tormenta, porque Trino Chimisturrias aprendería una buena lección y con suerte, dejaría su adicción al alcohol. Me alegré enormemente, mientras cerraba la cortina de la tienda y nos disponíamos a descansar.

Fue entonces que mi mamá me dijo: “¡Por cierto, hay que pasar a Chimisturrias a la casa, si se queda ahí, esa lluvia lo va a matar!”. Me tuve que aguantar y juntos, mi mamá y yo pasamos a Trino a la casa para que pasara ahí la tormenta. Pensé que Trino se iría al siguiente día, pero se quedó en casa tres meses. Después, le pregunte a mi mamá por qué razón lo había admitido en casa, había cuidado de él y le había dado de comer durante tanto tiempo. Con la sencillez que la caracteriza, me respondió: “Para que cuando estén lejos de casa y tengan hambre, haya quién les dé un plato de frijoles". Como emigrante, he podido ver una y otra vez en mi propia vida que el deseo de mi madre se ha cumplido en abundancia.


Miguel Arias

Miguel Arias

Miguel Arias was the senior editor of Spanish media at Loyola Press.

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