Celebrando la Eucaristía en comunidad

  

La celebración de la Eucaristía no es una devoción privada sino una celebración comunitaria al igual que lo es una comida en familia. Nos reunimos a la misma hora y en el mismo lugar para poder participar de una misma acción. Comenzamos con una ceremonia en torno al perdón, que es una manera de deshacernos de las ofensas pasadas para así poder disfrutar de la compañía mutua. Después compartimos la paz y la reconciliación. No nos sentamos y leemos en silencio la Biblia sino que escuchamos cómo se nos proclama a nosotros, una comunidad. A ésta respondemos con una proclamación pública de nuestra fe.

A continuación nos reunimos en torno a la mesa del Señor para nuestra comida en familia. Mientras nos preparamos para tomar el alimento oramos el Padrenuestro, la oración que nos identifica como cristianos y que nos ha mantenido unidos durante siglos. El acto de la recepción del alimento divino es lo que denominamos “comunión”, una unión común, con la que nos unimos como miembros de la comunidad no sólo a Dios, sino los unos con los otros. Nuestra celebración termina con el mandato de ir, como comunidad, al mundo en el que vivimos y llevar el amor de Dios a sus cuatro rincones.