Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa para dejar de lado todas las distracciones. Respira profundamente y descansa en la presencia amorosa de Dios.
Lucas 3:5b
Lo torcido se enderezará y lo disparejo será nivelado.
¿Alguna vez has sentido que vas en círculos, o que te encuentras en un laberinto del que no sabes salir? Te preguntas: “¿Para qué?“, “¿A dónde me dirijo?“, “¿Por qué es este camino tan difícil de seguir?“. Todas estas preguntas nos podrían servir de ayuda si mirásemos a nuestra vida desde otro ángulo. Podemos tener la certeza de que se nos ha prometido un camino recto y sin accidentes, pero en el tiempo de Dios y no en el nuestro. Pide la gracia de poder navegar por las curvas y los baches de la vida. No caminamos solos. Dios va siempre a nuestro lado.
¿Cuáles son las carreteras con curvas y los senderos pedregosos que tengo que atravesar en este momento?
¿Dónde me ha sorprendido Dios en el camino?
(Habla con Dios rezando la siguiente oración o usando tus propias palabras.) O Dios de las cumbres y los valles, de las llanuras y las montañas, ábreme para que pueda verte y llevarte en todas las partes de mi vida.