Actividad del Día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos para los grados 7 y 8

  

Disfrute de esta actividad del Día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos, apta para los jóvenes de los grados 7 y 8.

Objetivos

Los jóvenes

  • describirán el proceso de canonización.
  • explicarán la evolución de la celebración del Día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos.
  • describirán la vida de algún santo en particular y por qué les causa admiración.

Centrarse

Pregunte a los jóvenes cómo celebran el día de los muertos. (Disfrazándose de catrinas, esqueletos, o personas famosas que han fallecido; decorando la casa con altares, etc.) Pregunte: ¿Qué sucede en la naturaleza durante la época en que celebramos el día de los muertos que quizás nos recuerda a la muerte? (Las noches se prolongan. La naturaleza se transforma o se va preparando para el invierno).

Continue diciendo: La muerte puede causar miedo en las personas porque parece indicar el fin de la vida. Sin embargo, el día de los muertos convierte ese miedo en una celebración. Mediante nuestros disfraces, fiestas y decoraciones tratamos de hacer que la muerte sea menos amenazante. Como cristianos, sabemos que la muerte no es el fin. Obtenemos vida eterna a través de la muerte y Resurrección de Jesús. Es por eso que la Iglesia celebra dos fiestas importantes en esta época del año: el Día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos.

Compartir

Invite a los jóvenes a prestar atención al siguiente texto. Invite a un voluntario a leerlo en voz alta. Después de que hayan tenido suficiente tiempo para leerlo, inicie el diálogo sobre la percepción católica de la vida después de la muerte.

Nuestra alma vivirá por siempre después de que nuestro cuerpo muera. Dios elevará nuestro cuerpo a una nueva vida. Depende de nosotros dónde viviremos después de nuestra muerte. Dios nos ofrece su gracia a cada uno de nosotros: la participación en la vida eterna. Nos da la capacidad de escoger amor, de permanecer fieles a Dios y de vivir con él en el cielo después de morir.

La Iglesia estudia cuidadosamente la vida y obra de las personas santas mientras estuvieron vivas. Después de años de investigación, muchas de estas personas santas reciben el título oficial de “santo” o “santa”.

Pero ¿qué pasa con las personas que están en el cielo, de los cuales nadie sabe? La Iglesia guarda el primero de noviembre de cada año para celebrarlos. Es el Día de Todos los Santos. Ese día honramos a todos los que están en el cielo.

En el siglo IX, el Papa Gregorio IV declaró el primero de noviembre como el Día de Todos los Santos. Con el tiempo, se desarrolló la práctica de recordar a las personas que habían muerto, pero que aún podían necesitar la purificación en el purgatorio. En el siglo XI, el abad de Cluny designó el 2 de noviembre como el día para rezar por todos los difuntos que aún no viven plenamente en la presencia de Dios. Hoy en día se celebra este día como el Día de los Fieles Difuntos.

Al juntar ambas celebraciones en el calendario, la Iglesia nos recuerda los vínculos que los vivos comparten con los difuntos en la Comunión de los Santos.

Pregunte: ¿Qué hace posible que nos mantengamos fieles a Dios y que pasemos con él la eternidad en el cielo? (La gracia) Pregunte: ¿Desea castigarnos Dios enviándonos al infierno? (No, el infierno es nuestra elección. Elegimos apartarnos de la vida de Dios para siempre. Dios solo desea la felicidad para nosotros).

Oración final

Invite a un voluntario leer en voz alta 1 Corintios 15:20–26. Ayúdelo(a) a identificar el pasaje en la Biblia. Recuerde tomar suficiente tiempo para reflexionar en silencio después de la lectura y de la oración.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios, capítulo quince, versículos veinte al veintiséis. [El voluntario lee directamente de la Biblia.] Palabra de Dios.

Todos: Te alabamos, Señor.

[Permita un momento para reflexionar en silencio]

Rogamos por aquellos que han muerto con la esperanza en la misericordia y el perdón de Dios.

Invite al grupo a mencionar personas que han fallecido. Después de mencionar cada nombre, invite al grupo a responder: Señor, ten piedad.

Amado Dios, escucha nuestras oraciones que ofrecemos hoy por aquellos que han fallecido.
Que nuestras oraciones y su fe en ti los conduzca hacia la alegría de tu presencia. Rogamos también por nosotros mismos.
Dios, ay
údanos a vivir con esperanza tu promesa de la resurrección.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Amén.


Ideas para enriquecer la experiencia de la fe

  • Haga una lista de los santos representados en los vitrales o en la decoración de su iglesia. Pida a cada joven elegir uno de esos santos e investigar sobre su vida y obra. Luego lleve al grupo a la iglesia e invite a los jóvenes a compartir lo que aprendieron sobre el santo que aparece representado en cada vitral.
  • Invite a los jóvenes a investigar sobre algún pariente fallecido a quien no conocieron. Pídales que entrevisten a alguien que sí conoció a aquella persona y que escriban un perfil breve sobre la persona para la clase. De ser posible, pueden acompañar su presentación con una foto del pariente.
  • Invite los jóvenes a investigar sobre el proceso de canonización. Sugiérales que visiten la página web del Vaticano o que hagan preguntas a su párroco u obispo sobre el proceso que la Iglesia ha establecido para determinar si una persona santa puede ser canonizado. Busque oportunidades para que los jóvenes compartan la información en grupo.